Los varanos del sudeste asiático, que son los lagartos más gigantes del mundo, están siendo capturados de forma insostenible para comerciar con sus pieles o utilizarlos como mascotas exóticas.
Un estudio, con una gran carga de denuncia, llevado a cabo por un equipo de científicos de Alemania e Indonesia afirma que varias de estas especies son explotadas, incluso cuando las regulaciones y leyes nacionales e internacionales no lo permiten.
Este estudio acaba de ser presentado públicamente en la revista académica «Herpetological Conservation and Biology». Sus autores son André Koch y Wolfgang Böhme del Museo Alexander Koenig de Investigación Zoológica en Bonn, Thomas Ziegler del Zoo de Colonia, Mark Auliya del Centro Helmholtz para la Conservación Medioambiental en Leipzig, todas estas instituciones en Alemania, y Evy Arida del Museo Nacional de Historia Natural de Indonesia, situado al lado de de Yakarta.
Además de la venta indiscriminada para mascotas exóticas, el comercio de pieles es otra seria amenaza para ciertas especies y poblaciones. Los varanos son un punto de atracción frecuente dentro del tráfico de pieles.
Tal demanda se produce a causa de su magnífico colorido, su rareza y a su fuerte estatus de protección. Se suelen pagar sumas altas de dinero por ellos y para algunas parejas (macho y hembra, capaces de procrear y generar así más individuos para vender), incluso mucho más.
Incluso el gran Dragón de Komodo padece el comercio ilegal, a pesar de que las regulaciones de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Fauna y Flora Salvajes prohibe tajantemente la venta de especímenes salvajes de esta especie.
Aparte del comercio, los varanos nativos del sudeste asiático sufren otras amenazas de los seres humanos. Una de ellas aparece cuando ciertas especies matan aves de corral; la reacción de la poblacion es matar varanos porque son una amenaza para sus corrales. Asimismo, los atropellamientos de varanos son bastantes comunes en ciertos lugares.