Las mascotas exóticas pueden ser fascinantes, pero traen consigo una gran variedad de insectos, microbios y parásitos. Cuando éstos pasan a los seres humanos pueden causar la salmonella, la tiña y la tuberculosis. Por ello, hay que tener cuidado con el mantenimiento de los animales exóticos como mascotas en una vivienda.
De este modo, las enfermedades zoonóticas (infecciones que pueden pasar entre los animales y los seres humanos) pueden causar miles de casos de enfermedades humanas de forma anual y muertes ocasionales. Además, los niños menores de cinco años, los ancianos y los enfermos son los más vulnerables a las infecciones.
La mayoría de los casos de estas condiciones no son graves y las muertes son muy extrañas, pero con el aumento de las mascotas exóticas, algunos expertos considerna que los riesgos para la salud crecen.
La falta de regulación supone que es muy complicado saber exactamente cómo se mantienen muchos animales exóticos, pero los reptiles parece que son las mascotas preferidas. Así, cada vez hay más serpientes, lagartos y tortugas. Otras mascotas exóticas, aunque poco frecuentes son los primates y otros mamíferos como murciélagos, zorros y suricatas.
Por otro lado, la mayoría de los veterinarios están muy familiarizados con las enfermedades de perros, gatos y conejos, pero menos familiarizados con las de los animales exóticos. Encima, es poco habitual que los médicos pregunten a un paciente enfermo si poseen una mascota exótica, lo que significa que en muchos casos estas enfermedades no se diagnostican.
Por otra parte, la salmonella se encuentra en los intestinos de muchos animales, incluidos reptiles. Así, la salmonella puede pasar de reptiles a seres humanos cuando la gente pone algo en su boca que haya estado en contacto con su reptil, sobre todo, sus dedos.
También algunos alimentos de reptiles tales como ratones, ratas y pollos congelados o descongelados, pueden llevar salmonella y pueden ser una fuente potencial de infección.
La clave para deshacerse de los gérmenes recogidos de las mascotas es lavarse bien las manos tras manipular los animales exóticos. Además, se recomienda la utilización de un producto de limpieza a base de alcohol.
Por último, para reducir el riesgo de infecciones hay que mantener a los reptiles y a otros animales fuera de las habitaciones en las que se preparan los alimentos y comida.