La alimentación del gato es fundamental para su salud. Por ello, el dueño del felino debe cuidarla y evitar que el gato coma alimentos que pueden resultar perjudiciales. Los gatos tienen más dificultad que los perros para eliminar las toxinas a través de su hígado. La sal, el azúcar y las vísceras de pescado curdo pueden provocar graves problemas gastrointestinales o parálisis corporan los felinos.

Vísceras del pescado crudas
La ingestión excesiva de vísceras del pescado crudas puede provocar parálisis o rigidez muscular en los gatos. Tienen un componente que destruye la vitamina B1, cuya carencia provoca la parálisis en los músculos del gato.
Además, las espinas del pescado pueden provocar perforaciones en el esófago y obstrucciones intestinales. Encima el pescado crudo contiene un parásito llamado anisakis que puede provocar molestias estomacales.
El chocolate
El chocolate tiene teobromina y el gato presenta un metabolismo que carece de la capacidad de eliminar esta sustancia. Por lo tanto, si se acumula en grandes cantidades en la sangre de nuestra mascota, resultará mortal para él.
La leche
Esta bebida se suele ver como un alimento que le gusta al gato y le favorece. Pero no siempre es así. El gato que presenta intolerancia a la lactosa e ingiere leche puede sufrir diarrea. Sin embargo, existen felinos a los que este alimento les sienta bien, pero siempre en pequeñas cantidades y de vez en cuando, no a diario.
La sal
Un gato apens tiene que ingerir poca sal para evitar cúmulos de restos salinos en el riñón que le provoquen problemas urinarios. Los alimentos de gatos ya cuentan con la sal que ellos necesitan para su salud. De manera puntual, se le puede ofrecer jamón yok o pavo bajo en sal.
Huesos del pollo
Son peligrosos para el gato debido a que su ingestión le puede dañar en el intestino. En caso de ofrecer pollo al gato, lo más recomendable es realizarlo cocido y sin huesos. Los huesos son muy peligrosos como las espinas del pescado.