La tortuga Tommy puede ser la mascota más vieja de toda Gran Bretaña; y si no lo es, muy cerca anda de ello dada su gran longevidad. Con 116 años, ha vivido con tres generaciones de la misma familia británic, ha sobrevivido a dos de sus dueños e incluso sobrevivió a varios bombardeos durante las guerras.
Adquirida en 1909 por Margaret Cloonan, después de su muerte su hijo see ocupó de ella y ahora lo hace su nieta, Sheila Floris. Ha visto pasar seis monarcas en el Reino Unido, ha vivido dos guerras mundiales e incluso el hundimiento del Titanic.

Sus amos nunca la llevaron al veterinario, pero parece estar en un buen estado y más teniendo en cuenta su avanzada edad. Después de tanto tiempo sin ir al veterinaria, a su dueña le da miedo por el shock y el miedo que puede provocar en su tortuga si la lleva a la consulta, así que ha decidido dejarla a su aire como siempre ha estado. Y le va bien, sin duda.
La tortuga Tommy es un miembro muy querido de esta familia inglesa. Le tienen mucho cariño pues ha ido pasando de padres a hijos y se ha convertido en mucho más que un animal de compaññia
Sus amos consideran en que ha sido la mejor mascota que han podido tener jamás en su vida. Aseguran que Tommy es muy sociable, y hasta se ha hecho amiga de Jet, el divertido gato de la familia. Asi, confirman que las dos mascotas se entienden a la perfección, y que Jet incluso defiende a la torgura si otros animales trata de atacarla o molestarla.
Su actual dueña asegura que su familia la llamó Tommy porque pensaron que era macho, y su sorpresa vino cuando empezó a poner huevos. Pese a ello, decidieron mantener el nombre que le habían puesto en un principio.
Curiosamente, Tommy siempre despierta de su hibernación el 1 de abril, coincidiendo con el cumpleaños de su dueña o el día de la madre. Parece que el amor que sienten sus amos por ella es recíproco.