Las tortugas de agua son, con gran diferencia, los reptiles más adoptados en los hogares de todo el mundo. Presentan un aspecto original y llamativo, además son pacíficos, lenta y torpes. Uno acaba cogiendo cariño a estas pequeñas tortugas por su fragilidad. Este animal es una mascota muy querida y demandada por los niños por su forma de ser; si bien, no todos los niños aprecian a las tortugas.
Existen una serie de cuidados básicos de las tortugas de agua. Debemos seguir unas pautas en su cuidado para que vivan más años y en mejores condiciones. En primer lugar, hay que cambiar el agua y limpiar el recipiente de forma periódica; si tenemos un filtro no será necesario hacerlo a diario.
Además, se debe eliminar el cloro del agua del grifo con productos especiales. También conviene poner una pequeña pieza de calcio en el recipiente que se va disolviendo de forma paulatina; esta suele parecerse a a forma de una tortuga.
Asimismo, hay que alimentar uno o dos veces al día a las tortugas de agua. Se debe echar la cantidad de comida que vayan a comer en breve. Si se echa más comida de la necesaria se estropeará y enturbiará el agua.
Por otro lado, esta singular mascota necesita unos minutos de sol cada día; el sol directo sobre el caparazón de la tortuga es vital para poder fabricar ciertas vitaminas y fijar el calcio de este animal.
Otro tema importante es la temperatura. Si se pone un calentador en el tanque se conseguirá una temperatura estable del agua. Se debe conseguir una temperatura ambiemte agradable y que las tortugas se mantengan activas y comiendo durante el invierno. Ello evitará que lleguen a primavera con pocas reservas y puedan llegar a morir. Esto es vital en las tortugas más jóvenes.