Okunoshima, es una pequeña isla situada en el mar de Japón. La isla es denominada «Usaji Jima» (Isla Conejo) debido a los numerosos conejos silvestres que viven en la isla, los cuales son bastantes mansos y se acercan a los seres humanos sin miedo alguno
Antes y durante la Segunda Guerra Mundial, Okunoshima fue un cuartel militar secreto donde se fabricaban armas químicas como el gas venenoso. Al finalizar la guerra, la isla fue abandonada, sin embargo los conejos se quedaron y se reprodujeron a gran escala. Hoy en día, además, la isla tiene un hotel, un campo de golf de seis hoyos y un pequeño terreno para acampar. Todo ello con el atractivo de sus conejos silvestres.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de la isla se orientó en torno a los conejos. Así, muchos de ellos fueron soltados a propósito, si bien otros fueron usados en la planta para probar la efectividad de las armas químicas durante la contienda bélica.
Los actuales conejos no tienen nada que ver con aquellos que fueron involucrados en las pruebas de armamento químico. Ademac, está prohibido totalmente cazar estos animales, al igual que llevar perros y gatos a la isla. Solo se admiten conejos.
Se cuenta que la nueva generación de conejos que hay en Okunoshima es debido a que en 1971 un grupo de escolares liberaron a ocho conejos en la isla. Pasó el tiempo y los conejos se reprodujeron a gran escala. Así, ahora la isla de 700 metros cuadrados, es el hogar de miles de conejos de largas orejas
Po otro lado, varias agencias de viaje han empezado ofrecer un plan turístico llamado “Vamos a jugar con los conejos” en idioma japonés e inglés. Aunque son salvajes, los conejos de la isla conviven perfectamente con los seres humanos y se acercan a los visitantes buscando algo de comer, especialmente en los meses más fríos cuando su fuente de alimentos naturales escasea. os visitantes pueden acariciar a los oonejos, si bien los niños deben ser supervisados por un adulto.
La isla está muy limpia, cuenta con un hotel, un campo de golf, área para acampar, aguas limpias para nadar y miles de conejos que son amigables con los visitantes. Hay aproximadamente 300 conejos semi-salvajes que, al no tener depredadores naturales en la isla, se reproducen una y otra vez.