Los gatos son unos animales bastante territoriales y, por instinto, suelen marcar y delimitar sus espacios. Se trata de una forma de delimitar una zona como propia o identificar sus pertenencias. También lo pueden realizar con el fin de reflejar su incomodidad o cuando se sienten estresados, si bien estos casos son menos frecuentes en los felinos.
Con el marcaje, los gatos dejan un conjunto de señales olfativas hacia otros animales mediante sustancias químicas (feromonas) que produce su propio organismo. Se busca demostrar quien es el «jefe» en ese lugar. Se trata de un comportamiento natural del gato, no un problema de conducta.
¿Por qué marca mi gato su territorio en casa?
El gato delimita su espacio en una casa por diferentes motivos. Por ejemplo, el macho que no está castrado marcará su territorio cuando hay cerca una hembra en celo y, de esta forma, quiere avisarle de que está preparado para el apareamiento. Asimismo, si llega un nuevo gato al hogar, tratará de informarle sobre quién es el «amo de la vivienda».
¿Cómo marcan el territorio los gatos?
Los gatos marcan su territorio frotándose sobre diferentes superficies, personas u objetos para dejar totalmente impregnadas sus feromonas. Asimismo, enseñan su propiedad arañando muebles, ya que al realizarlo desprenden el aroma de sus diminutos dedos.
En ocasiones, el marcaje puede llegar a ser bastante molesto. Así, la orina del gato tiene un fuerte y desagradable olor y no suele gustar ver las huellas de las garras del gato en los muebles de la vivienda.
Para evitar estos hechos se recomienda la castración del gato macho o la esterilización del gato hembra; con ello, se elimina el marcaje territorial del gato en más de un 90%. También se puede usar un rascador e impregnarlo de diversas feromonas sintéticas con el fin de que el felino lo reconozca como suyo y, de este modo, no trate de marcar su territorio en otros sitios de la casa u objetos. Estos aparatos se suelen vender en las clínicas veterinarias.