Un estudio científico ha destacado la peligrosidad de una serpiente de color atractivo que se suele usar como mascota exótica, lo que implica un potencial riesgo para la persona que la mantiene en su hogar.
Se trata de la «culebra nariguda”, también conocida como culebra verde o culebra hocicuda, que mide hasta dos metros y suele habitar en árboles de Santiago de Estero, Catamarca, Salta, Chaco y Tucumán (Argentina).
La culebra nariguda (Philodryas baroni) puede alcanzar hasta los dos metros de longitud, lo que la convierte en la serpiente más larga de su género. Se caracteriza por una singular extensión de las escamas rostrales que le dan el peculiar aspecto a por la que obtiene el nombre de nariguda.
La coloración de este reptil es variable y se han reconocido especimenes verdes, azulados o marrones. En el diseño general, cuentan con una línea negra que empieza en las escamas rostrales y se extiende hacia atras pasando por deajo de las escamas labiales. La zona ventral, bajo la linea negra, puede ser blanca o amarillenta.
La mayoría de la gente considera inofensiva a esta especie, conocida científicamente como Philodryas baroni, pero debe ser considerada peligrosa para las personas según un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores liderados por la doctora María Elisa Peichoto, investigadora del CONICET en el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT), en Puerto Iguazú (Misiones, Argentina).
Se hizo una investigación en ratones que confirmó a nivel bioquímico cuáles son los daños que el veneno de esta culebra provoca a nivel celular: hemorragias, muerte celular y alteración de la coagulación sanguínea. Estos resultados son válidos también para los seres humanos.
Por este motivo, cualquier mordedura de esta serpiente ca debe ser revisada de inmediato por un profesional de la salud calificado par evitar males mayores y prevenir el efecto de su veneno.