Cuando tenemos gatitos en casa todo es muy bonito y nos hacen los días más alegres y divertidos. Pero también hay responsabilidades, y es que no sólo la crianza de estos cachorros es a cargo de la madre.
Muchas veces la madre gata no tiene suficiente leche para alimentar a sus crías, sea por una razón o por otra, y los gatitos se vuelven más inquietos e irascibles porque tienen mucha hambre. La madre al no poder controlarlos a todos, la mayoría de las veces, decide irse y dejarlos por imposible. O intentar llevárselos a otro sitio por si esa fuese la razón de que sus pequeñines están tan alterados.
¿Qué sucede? pues un verdadero caos en la casa. Gatitos chillando queriéndose salir del habitáculo que le preparamos, la gata de arriba a abajo maullando para que se tranquilicen, y si no puede se larga.
¿Podemos hacer nosotros algo al respecto? Pues sí, lo que debemos hacer en esta circunstancia es dar de alimentar a los gatitos. Así se sentirán más satisfechos y cuando llegue la gata sólo querrán mamar para quedarse dormiditos. La madre al verlos más calmados se quedará tranquila y en paz. Y veremos un gran cambio en ese ambiente tan nervioso que se había creado antes.
Venden en las tiendas de animales leche en polvo especial para gatitos, y si no encontramos, podemos tomar leche desnatada para bebes. La calentamos igual que si fuese para un niño pequeño y con biberón pequeñito especial para animales o una jeringuilla de plástico les daremos de comer uno a uno y con especial cuidado de no engolliparlos. Ellos solitos intentarán beber y poco a poco se sentirán saciados.
Cuando tengan un mes y medio habrá que enseñarlos a que coman solitos en un plato. Y les pondremos chinitos para que vayan aprendiendo a hacer sus necesidades en el arenero.