A decir verdad las ardillas se suelen vender más en el verano que en los meses fríos porque en esa época normalmente están metidas en sus nidos y no suelen salir mucho que digamos.
Pero si esta navidad te has encaprichado con una ardilla, o es algo que estás considerando para comprar de aquí a unos meses, quizás te puedan servir algunos de los consejos que te damos aquí.
El primero de los consejos que te ofrezco tiene que ver con su jaula. Estos animales necesitan una jaula amplia así que no vale, por ejemplo, la de un hamster, porque para ellas es mejor tener una jaula más alta que ancha para que puedan subir, escalar y correr todo lo que quieran.
Has de tener en cuenta qué prefieres, si un macho o una hembra. Hay una ventaja a la hora de escoger y es que suelen ser visibles (la diferencia entre macho y hembra) así que no tendrás problema para saber si de verdad es macho o hembra).
Se dice que los machos son más tranquilos que las hembras y más dóciles (y eso es verdad).
Con respecto a dónde comprarla, no te dejes llevar por lo barato. Es mejor que vayas a una tienda, estés allí un rato y las observes. Si ves que una ardilla se te acerca e incluso come de tu mano no lo dudes, esa es tu ardilla, pase lo que pare.
Normalmente el precio que tienen ronda entre los 30 y los 45 euros así que no es cuestión de traerse una ardilla enferma. Revisa que no tenga mordeduras, ojos hinchados, que corra bien, pelaje brillante, etc.
