Con la llegada de un bebé a casa, el perro puede experimentar una cierta rivalidad y que ello incluso le genere ansiedad. Puede pasar que el perro sienta que sus amos lo están dejando de lado. El can se muestra algo diferente.
Así, el animal podría tener comportamientos no deseados o raros. Se debe tener paciencia con el perro. Además, se le puede ayudar a que la adaptación sea más fácil y rápida. Así, se pueden seguir estos consejos.

- Dejar al perro su espacio donde estén sus juguetes, su cama y agua en un sitio tranquilo de la casa donde pueda acudir cuando comiencen los movimientos del bebé.
- La presentación del bebé se deberá hacer de forma gradual, sin prisas y con cuidado. El perro debe ver al bebé como un miembro más de la familia.
- Hay que potenciar que el perro se relacione con el bebé. Hay que dejar que el bebé empiece a tocarle la cabeza, patas, cola, etc. Así la mascota se va familiarizando y no reaccionará mal . Se trata de crear una afinidad entre ellos.
- Durante el embarazo, cuando se vayan comprando las cosas del bebé hay que enseñarselas al perro para que se vayan familiarizando con ellas.
- Se debe permitir que el perro entre en el cuarto de bebé. No se le debe hacer ver que es un sitio prohibido.
- Cuando nazca el bebé, hay que llevar al perro mantitas con su olor para que las olfateen. Así, se avanzará mucho en su relación.
- Cuando llegue el bebé al hogar, el miembro de la familia más vinculado con la mascota debe entrar primero, saludarlo y premiarlo en tanto el otro entra con el niño.
- Jugar con la mascota en presencia del bebé y no en otros momentos para que tome la presencia del niño como algo positivo y alegre.
- Si a pesar de todas medidas el can reacciona mal, se deberá consultar rápidamente con un especialista para que nos diga que hacer y como solucionarlo.