Según una investigación publicada en la revista «PLoS One», las mujeres embarazadas que poseen un perro hacen más ejercicio físico que las mujeres que no tienen mascota. Concretamente cumplen con los treinta minutos diarios recomendados.
Durante el embarazo se recomienda realizar un leve ejercicio físico. De este modo, moverse junto al perro, sacarlo a pasear, ir detrás de él, serían actividades físicas que realizan en mayor grado las personas que tienen un perro como mascota. Por ello, el perro ayuda a las embarazadas.
La actividad sedentaria unida a una dieta poco equilibrada y sobrepeso son varios factores de riesgo para desarrollar enfermedades que aparecen en el segundo y tercer trimestre del embarazo, como la preeclampsia, la diabetes gestacional y la fatiga.
La investigación, llevada a cabo por expertos de la Universidad de Liverpool (Gran Bretaña), se denomina “Dueñas de perros durante el embarazo, la actividad derivada de la maternidad y la obesidad: un estudio transversal” (Dog Ownership during Pregnancy, Maternal Activity, and Obesity: A Cross-Sectional Study). Un estudio muy elaborado y actual que ya ha dado sus primeros resultados prácticos.
En la investigación, se ha analizado la actividad física de 11.000 mujeres embarazadas. Tras recoger todos los datos necesarios, los investigadores llegaron a la conclusión de que tener uno o más perros provoca que las mujeres cumplan con los 150 minutos de ejercicio recomendado a la semana debido al compromiso existente con el cuidado de su mascota.
Así, los investigadores proponen incluir esta forma de paseo en compañía de la mascota, en este caso el perro, como una excelente estrategia para mejorar los hábitos de las gestantes y cuidar su salud física durante el embarazo.
Por lo tanto, una vez más, se viene a constatar el gran beneficio que produce tener una mascota para la vida de las personas. Así, lo saben muy bien quienes cuentan con ellas en su vida diaria.
