A la hora de contar con un perro en nuestro hogar hay que tener en cuenta un factor importante. Resulta fundamental saber si podremos estar con el perro o si estará mucho tiempo solo en casa. Los perros no suelen llevar bien la soledad o estar encerrados en el hogar. Un gato es mucho más casero, independiente y solitario; se adapta mejor a la ausencia más o menos prolongada de su amo.
Si dejamos mucho tiempo a nuestro perro solo en casa puede llegar a padecer de estrés. Ellos demostrarán su estrés ladrando, gruñiendo o incuso mordiendo. Si el canino es introvertido o nevioso puede llegar a vomitar, ponerse enfermo o presentar diarreas a causa del estrés. También se dan caso de perros que se muerden a sí mismos hasta provocar lesiones en su piel debido al estrés por soledad.
Se ha comprobado totalmente que el aburrimiento y la separación del amo son las dos causas más comunes de estrés en los perros. Por ello, hay que pasar el mayor tiempo posible con el can y no solo verle de vez en cuando o darle comida y luego olvidarse de él. El instinto de los perros les pide ser un miembro más de la familia y no les gusta nada quedarse solos mucho rato en la vivienda.
Ademas, se ha comprobado que si cuando más viejo es el perro, más susceptible es para padecer de estrés; ello se puede manifestar a través de irritaciones en la piel. También se puede ver con conductas agrevisas o bien con manifestación de miedos variados.
Síntomas para saber si mi perro tiene estrés
Por último, los síntomas que nos puede alertar sobre el posible estrés de nuestro perro son los siguientes:
- Cambio de actitud
- Alteración de los patrones de sueño/descanso
- Lamido excesivo
- Ladridos continuos
- Cambio extraño del lugar de descanso
- Menos ganas de jugar y moverse
- Aumento o descenso del apego a las personas u otros animales domésticos
- Subida o disminución en la interacción social
- Micciones y defecaciones sin control
- Irritaciones en la piel