Una de las preguntas que puedes hacerte cuando vas a las tiendas a comprar un collar para tu perro es si realmente lo que necesitas es un collar o, por el contrario, a tu perro le vendría mejor un arnés.
Por si no lo sabes, un arnés es un collar que, en lugar de atarse en el cuello, se ata al cuerpo de tal forma que es como si llevaras atado a tu perro por el lomo, no por el cuello, lo que, por ejemplo, para levantarlo, es mejor porque no le haces daño en el cuello sino que ejerces un esfuerzo repartido en todo el cuerpo sin hacerle daño.
Los collares también tienen un defecto y es que, la parte del pelo que queda bajo el collar, con el paso de los años, acaba dejándole una marca de tal forma que, cuando le quitas el collar, parece que aún lo llevara puesto por la marca.
Los arneses normalmente se utilizan en perros pequeños tipo yorkshire o pequinés. Se usan en estos perros porque, al ser pequeños, no se les daña con los collares normales y se les mantiene más sujetos (con el collar se pueden escapar fácilmente). Sin embargo, eso no quita que no se puedan usar con otros perros.
Por ejemplo, para los perros de pelo largo no vendrían mal para sacarlos a pasear pero no para dejárselo puesto.
En cuanto a los collares normales depende del gusto que tengas por los mismos, si te gustan o no. Yo he probado los dos y según para qué perro recomiendo uno u otro.
Buen artículo!
🙂