Siguiendo con la estupenda infatuación que presentan los japoneses por los gatos, Aoshima destaca como una isla japonesa donde hay más gatos que seres humanos. En Aoshima pululan más de 100 gatos que están en la frontera entre ser domésticos y salvajes.
Mininos a montones, felinos por doquier, gatos en todos los lados. Un ejército de gatos callejeros gobierna una isla remota del sur de Japón, refugiándose en las casas abandonadas y paseando por las calles de este pueblo de pescadores donde los felinos superan a los seres humanos en un porcentaje de seis a uno.
Los gatos fueron transportados a la isla con el objeto de terminar con las plagas de ratones que invadían los barcos de pescadores; no obstante, poco a poco fueron reproduciéndose hasta llegar a superarlos claramente.
Sin restaurantes, tiendas, coches la isla de Aoshima se ha erigido en un singular paraíso turístico, especialmente para los amantes de los gatos. Los habitantes este lugar subsisten por la pesca y lo que dejan los visitantes que vienen a ver a los felinos.
Los gatos descansan en cualquier lugar, sea en el muelle, algunos lugares abandonados, en las calles, donde estén cómodos. Si bien no todo es felicidad , pues de las 20 personas que habitan la isla, algunas no toleran a los gatos.
Hay seis gatos por cada habitante de Aoshima y, a causa de que no esterilizan a las hembras, su número aumenta día a día. Por fortuna, esto es una buena noticia para el turismo de la diminuta isla que recibe a cientos de gentes que buscan pasar el día rodeados de los felinos, que además son amistosos y aprovechan su fama para pedir comida a todo aquel que le visita.
La isla de Aoshima se ubica a 30 minutos en ferry de la costa de la Prefectura de Ehime. Bonito y curioso lugar para visitar, sobre todo, si te gustan los gatos. Eso sí, si uno tiene alergia a los gatos, mejor abtenerse.