Tener un perro a veces no es lo más maravilloso y nos encontramos con que los perros pueden ser agresivos o destructivos. Seguro que cuando has vuelto del trabajo te has encontrado con que la casa estaba patas arriba, que había destrozado algo o que se había orinado en casa y, claro, lo más normal es que te enfades y lo castigues.
Pero, ¿realmente es bueno lo que hacemos? Pues no, lo cierto es que no vamos a conseguir nada por gritarle ni por castigarle. Así que aquí te van algunos de los comportamientos o cosas que no debemos hacer ante conductas indeseadas:
- Castigarle. Nunca debemos castigarle por algo que ha hecho cuando no estamos porque el perro no lo entenderá así (es algo que puede haber hecho hace horas y podría pensar que el castigo es por acercarse a ti para darte la bienvenida a casa o por algo que ha hecho en ese momento). Además, lo que vamos a hacer es generarle ansiedad pero no corregiremos el problema.
- Reforzar la conducta. A esto nos referimos en cuanto a que, cuando salimos, el perro se ponga a aullar o ladrar y volvamos para callarlo. Eso no se debe hacer nunca porque aprenderá rápidamente que, si llama la atención, volverás con él.
- Otro perro. Muchos dicen que, con otro perro, al no estar solo, no será tan destructivo pero, ¿y si uno le enseña al otro? Pobre casa la tuya. Desde luego no ayudará a solucionar el problema porque lo que necesita es acostumbrarse a que tú te vas y él se queda en casa.