Los gatos son una de las mascotas preferidas en todo el mundo. Mucha gente tiene un gato en su casa. Pero en ocasiones no sabemos cosas sobre ellas que resultan sorprendentes. Por ello, os dejo un conjunto de curiosidades relacionados con estos felinos.
1º. Músculos en la oreja
Un gato tiene 34 músculos en cada oreja y, encima, funcionan como antenas parabólicas, pues se dirigen hacia la fuente del sonido. Mientras los seres humanos solo disponen de seis músculos en cada oreja.
Esta singuar capacidad de los gatos no les sirve solo para escuchar mejor, sino que también es un medio para comunicarse, pudiendo conocer cuál es su estado merced a las distintas posiciones.
2º. Muy dormilones
Los gatos duermen de 14 a 18 horas al día. No obstante, mientras están dormidos, continúan en alerta ante cualquier estímulo. El motivo por el cual pasan tanto tiempo durmiendo es por temas de supervivencia, de clima, edad, actividad y sexualidad.
Cuando los cachorros son muy pequeños, hasta las 5 semanas, pueden llegar a dormir hasta 20 horas al día. Después reducen esa cantidad y conforme van envejeciendo, aumentan nuevamente.
3º. El ronroneo
Hay varias razones por las que un gato ronronea. En el caso de los machos, suelen hacerlo cuando se sienten relajados al ser acariciados o cuando comen; en atnto que las hembras pueden hacerlo incluso al parir. Además, se han dado casos de gatos domésticos que lo han hecho cuando estaban enfermos, doloridos o muriendo.
4º. Distinguen los colores
La visión de los gatos es bastante buena. Pese al mito de que son incapaces de distinguir los colores, varios estudios recientes han demostrado que pueden ver el azul, el verde y el rojo.
Lo que influye en la visión de los gatos es precisamente la luz, por lo cual de noche solo ven en blanco y negro. Aun así, distinguen los contornos mejor que los seres humanos y a mayor distancia.
5º. Los bigotes no son permanentes
Los bigotes de los gatos se caen de forma periódica y vuelven a crecer. Hay que recordar que no se deben cortar, pues les afectaría al movimiento y al sentido de la orientación animal.
Entre otras de sus funciones, el movimiento de los bigotes puede determinar el estado de ánimo del felno. Así, cuando están estirados hacia atrás, el gato está enfadado y con ganas de atacar; si están hacia abajo y adelante no hay problema, está relajado y feliz; finalmente, cuando están tensos y hacia adelante, el gato está listo para cazar.
