La Comunidad de Madrid ha fijado por ley el sacrificio cero de los animales de compañía en los centros de acogida. El Gobierno regional va a elevar esta nueva protección con un texto adaptado a las demandas de la sociedad que recogerá los principios de respeto, defensa y cuidado de perros, gatos y otras mascotas, como hurones y caballos de recreo y deportivos.
Entre las disposiciones de la esta novedosas normativa de la Comunidad de Madrid sobresale la prohibición de sacrificar animales abandonados. Esta política de «sacrificio 0» ya se aplica en el Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid (CIAAM) en donde cualquier mascota con opciones de ser adoptada permanece el tiempo que sea preciso, y ahora se ampliará por ley a todos los albergues municipales, centros de acogida y sociedades protectoras de la región, que antes podían practicar la eutanasia a los ejemplares abandonados en un tiempo de entre 10 y 19 días desde su recogida.
Además, la ley determina un conjunto de disposiciones orientadas a garantizar el respeto a los animales y a mejorar sus condiciones de vida y su relación con sus dueños. De esta manera, se prohíbe dar a las mascotas una educación agresiva o violenta, regalarlas como premio o reclamo publicitario o mantener a los animales atados o encerrados en condiciones que puedan supone un grave daño o sufrimiento para ellos.
Asimismo, la nueva ley cuenta con una serie de sanciones que, en el caso de infracciones muy graves como el maltrato o el abandono de animales, pueden alcanzar los 30.000 euros, el doble de lo establecido hasta hoy en día.
También esta nueva normativa de la Comunidad de Madrid regula la cría y comercialización de mascotas, así como la participación de las mismas en ferias, concursos y otras actividades, e inlcuso reconoce el papel de las entidades de defensa de los animales y de la profesión veterinaria en el fomento de la tenencia responsable de animales.
Por último, esta ley insta a los centros de acogida de animales a fomentar siempre la adopción de mascotas abandonadas, que se entregan a sus nuevos amos con todos los tratamientos obligatorios y esterilizados para evitar camadas indeseadas y perjudiciales.